jueves, 14 de octubre de 2010

Proceso de paz. Ilusionismo de salón frente a la realidad.




Viendo las imágenes que a diario difunden los canales de TV islámicos, donde el clamor popular de sus gentes es siempre el de destruir a Israel, el de odio y el de negación de la convivencia con los judíos, es imposible concebir que se pueda llegar un día a alcanzar la paz entre Israel y sus vecinos.

El ilusionismo está bien para los magos, ellos son los únicos que pueden hacernos creer que del interior de una chistera se pueden extraer conejos blancos.

Si alguna vez lo han intentado habrán podido comprobar que dentro de un sombrero de copa no hay absolutamente nada. Eso es realismo. Y dentro del anacrónicamente llamado proceso de paz hay exactamente lo mismo, nada, absolutamente nada ni ayer, ni hoy ni mañana.

Así que la realidad nos sugiere (o nos empuja) a una realidad todavía mayor, ¿qué esperamos? ¿qué venga un rabino (o un político) milagroso a solucionar los problemas? Un rabino milagroso sería un milagro que fuera rabino, al igual que un político, quizá lo segundo sea más difícil.

En cualquier caso esa realidad mayor a la que Israel es empujado es, o Israel desaparece, o desaparecen los árabes. ¿Cuál de las dos "ilusiones" es más real?. Señores, no hay conejos blancos en el interior de las chisteras.

Rafael T.Perez
14/10/10
kolisraelorg