sábado, 27 de septiembre de 2008

¿QUIÉNES SON LOS QUE MÁS HAN PERJUDICADO AL ISLAM?




El Islam es la religión que profesan cerca de mil quinientos millones de seres humanos, el Islamismo es la tendencia musulmana que tiene como objetivo la implementación del Islam y de la Shari´a en todo el orbe a través del Yihad.

El Islamismo se auto-presenta como el retorno a las fuentes del Islam, y toma como modelo de comportamiento religioso-político-militar a Muhammad y sus seguidores.

Muchos “especialistas” occidentales, que sin grandes conocimientos del árabe –o nulos-, ni del Islam, y sin haber cursado estudios en escuelas de teología musulmana, reconocidas en el mundo musulmán, presentan al Islam como una “religión de paz y de amor”.Hay discrepancia en si el Islamismo es una mala interpretación y desviación del Islam, o es realmente el auténtico Islam.
Este dilema tiene que ser dilucidado por los propios musulmanes. Pues es a ellos a quienes les incumbe la reformulación y presentación del Islam para ellos mismos y para el futuro y las generaciones venideras.

Los no-musulmanes sólo podemos analizar las acciones de los que se presentan como seguidores de Muhammad y la base teórica sobre la que dicen estar sustentados.
Se observa que son prácticamente nulos los artículos de musulmanes que llamen a una enseñanza contra la ideología del Yihad, al contrario, la mayoría de líderes religiosos instan al Yihad y ningún musulmán ha explicado como esta “pacífica” religión sigue siendo tan abiertamente mal interpretada por aquellos que son generalmente sus fieles más devotos y creyentes más fervientes.

Pero hay algunos musulmanes que valientemente cuestionan los hechos cometidos en nombre del Islam.MEMRI ha traducido del árabe al español –el 06.06.08- una serie de artículos con el título: El Islam ha sido perjudicado más por los musulmanes que por Occidente.
La reciente re-publicación de una caricatura del Profeta Muhammad por la prensa danesa y la presentación de la película del diputado holandés Geert Wilders "Fitna" han precipitado una ola de protestas musulmanas, algunos violentas, a lo largo del mundo.

Seguido a estos desarrollos, varios redactores árabes escribieron condenando las reacciones violentas, argumentando que los propios musulmanes habían cometido injusticias contra sus correligionarios y con todos los demás, dañando así el nombre del Islam.
El mayor enemigo del Islam son los propios musulmanes.

En un artículo en el diario kuwaití Al-Siyassa titulado, "Musulmanes Contra el Islam", el liberal kuwaití Dr. Ahmad Al-Baghdadi escribió:
"En la mayoría de los países alrededor del mundo, los musulmanes irrumpieron en las embajadas danesas, incendiándolas, y llamando a una prohibición en las importaciones danesas...

También han lanzado un canal de televisión por satélite y organizado varios comités e instituciones, con el solo propósito de defender al Profeta Muhammad y la religión islámica...
Han los musulmanes tomado en consideración las tremendas injusticias que ellos mismos han cometido y todavía están cometiendo contra el Islam dentro y fuera de los países islámicos.
Examinemos los problemas siguientes, que perfilaré brevemente a continuación:
¿Cuántos prisioneros están encerrados en las prisiones musulmanas por sus opiniones, ideas e identidad cultural?

¿Es en el espíritu del Islam que los musulmanes huyen de su patria a países 'heréticos' con el objeto de lograr la seguridad y vivir en dignidad?...

¿Es en el espíritu del Islam estar callado ante la tiranía de los gobernantes?

¿Es en el espíritu del Islam que una familia debería gobernar sobre un pueblo entero?

¿Es en el espíritu del Islam que algunos países musulmanes abundan en palacios magníficos mientras el 60% de su población es analfabeta?

¿Es en el espíritu del Islam hacerse el ciego a los varios canales de televisión por satélite libertinos de un billonario, cuyos programas se burlan de la religión y la moral, sólo porque este billonario también ha lanzado un canal religioso?...

La verdad es que el mayor enemigo del Islam son los propios musulmanes, porque han abandonado toda la decencia tratando con otros, así como también el coraje para oponerse a la opresión..."

¿Quién está dañando al Profeta?

En un artículo en el portal liberal Aafaq.org, el escritor egipcio Ahmad Al-Aswani coloca los crímenes cometidos por el mundo musulmán que él creyó ha dañado al Profeta Muhammad y ha desacreditado el espíritu del Islam:
"Yo no pienso que las caricaturas, libros, o películas pueden dañar a una religión o pueden afectar la fe de aquéllos que se adhieren a esta por convicción.
Los que dañan al Profeta son aquéllos que descuartizan y atentan contra inocentes por todo el mundo, desde Nueva York a Madrid, Londres, Bali, Riad y el Cairo, Kabul y Bagdad - mientras invocan a Alá y al Profeta bajo la estandarte del Yihad islámico...

Entre aquéllos que dañan al Profeta están los iguales al Jeque Yousef Al-Qaradhawi, quién incita al asesinato de niños judíos en los úteros de sus madres ( en una conferencia de 1996 a la asociación de periodistas egipcios) y a las operaciones suicidas, así como también aquéllas que causan la muerte de víctimas inocentes declarando el Yihad en Irak en el nombre de la religión y el Profeta.

Los que dañan al Profeta son aquéllos que llaman en el mundo a pasar una resolución contra el desacreditar a la religión, mientras ellos mismos denigra a otras religiones en cada rezo en las mezquitas, así como también en sus escuelas y en sus canales por satélite - y especialmente la religión de los cristianos y judíos, a quienes maldicen en cada rezo.

Cuando los países musulmanes entregaron un proyecto de esta resolución al Concejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Concejo Shura saudita objetó, ya que ultrajar a otras religiones es uno de los preceptos centrales del Islam.

Los que dañan al Profeta son como aquéllos que emitieron el fatwa que sanciona el amamantar a adultos, y el afirmar que el beber la orina del Profeta es una fuente de bendiciones - o aquéllos que permiten estudiar tales cuentos de hadas en las escuelas religiosas y universidades...
Los que dañan al Profeta son aquéllos que enseñan a los niños en las escuelas, particularmente las así llamadas escuelas islámicas, para odiar a cristianos sobre la base de que esta prohibido amarlos...

Los que dañan al Profeta son aquéllos que creen que los atributos externos tales como una barba, una mancha en la frente testificando a las genuflexiones profundas durante los rezos, un velo, o una capa son prescritas por el Islam, y también aquéllos que acusan a otros de herejía y los matan en consideración de estos atributos externos.

Los que dañan al Profeta son aquéllos que creen que la mujer es lujuria y que ella disminuye la pureza de los rezos al igual que un perro o un asno... y aquéllos que creen que a la mujer le falta inteligencia y religión, olvidándose que están hablando de una madre, una hermana, una querida, la hija o la esposa que es igual al hombre en todo aspecto.

Los que dañan al Profeta son gente como el geólogo egipcio y doctor en Filosofía Zaghlul Al-Najjar, que exige tener el conocimiento y aun al mismo tiempo considera los desastres naturales como las tormentas, erupciones volcánicas y diluvios como castigos divinos para los pecadores, y quién desacredita al Antiguo y Nuevo Testamento, haciendo creer que son fabricaciones - y todo esto en el nombre de Islam y el Profeta...

Los que dañan al Profeta son los gobernantes de los estados árabes que han hecho de sus países los últimos baluartes de la tiranía y dictadura en el mundo, y quiénes exige sumisión a los textos religiosos para justificar sus crímenes.
Los que dañan al Profeta no viven en Occidente - están entre nosotros, los musulmanes.

Son los musulmanes quiénes han formado un modelo islámico que es inherentemente terrorista, hipócrita, que niegan la vida y están sustentados por el asesinato de otros en nombre del Yihad y por ataques a la libertad de opinión bajo el pretexto de defender los principios nacionales islámicos - qué no son verdaderamente nada más que el retraso y el prejuicio fosilizado...Esto es lo que nosotros - y nadie más - hemos producido".

Actos asesinos han destruido la imagen del Islam.
Demandas similares fueron hechas por el redactor de Bahrein Abdallah Al-Ayoubi en un artículo en el diario de Bahrein Akhbar Al-Jaleej:
"... El daño a la religión musulmana no sólo ha sido causado por la publicación, en los diarios daneses, de caricaturas que desacreditan al Profeta Muhammad o por la película... producida por el diputado holandés.

Existen muchos otros, más graves, peligros a la que la religión musulmana esta expuesta.
Estos provienen de aquéllos que usan la religión como una cubierta a su conducta criminal, que ellos atribuyen a las enseñanzas de la fe islámica...

Los mandatos humanos y nobles religiosos han sido destruidos por los movimientos extremistas 'islámicos' tales como Al-Qaeda, el taliban, y otros que perpetran crímenes horrorosos contra personas inocentes en sus propios países así como también en otros países, no-musulmanes...
Cuando, actos despreciables y bajos son llevados a cabo por las sociedades y naciones musulmanas, estos causan un tremendo daño a las enseñanzas religiosas islámicas.

Esto es lo que sucedió como resultado, por ejemplo, de los crímenes del 11 de Septiembre contra los Estados Unidos, y como resultado de los ataques en Londres y Madrid que siguieron a estos.
Las naciones musulmanas deben primero y por encima de todo ser purgadas de elementos que usan al Islam y sus enseñanzas como un disfraz, presentando sus crímenes contra la humanidad como Yihad en el nombre de Alá... es inconcebible que las enseñanzas del Islam deberían justificar el asesinato de docenas, incluso miles, de personas inocentes.

Son tales injusticias que han corrompido la imagen del Islam a los ojos de los no-musulmanes ...
Las naciones musulmanas deben adoptar el idioma de la razón... para tratar con los ataques al Islam, y emprender la guerra contra el extremismo 'islámico' que ha distorsionado las enseñanzas religiosas musulmanas...

Aquéllos que dañan la religión musulmana deben ser confrontados, usando lógica legítima en lugar de la emoción; hasta ahora, las respuestas a los ataques al Islam han estado basadas no en la racionalidad sino en el patetismo.

Las reacciones exageradas a la publicación de la prensa danesa de las ofensivas caricaturas fueron manifestadas prendiéndole fuego a las representaciones diplomáticas danesas - aunque el gobierno danés no es responsable de estas caricaturas.

Tales respuestas no sólo no prevendrán daño al Islam, sino que realmente lo magnificarán..."

Fuente: Periodista Digital

domingo, 21 de septiembre de 2008

L'SHANA TOVA UMETOKA GMAR JATIMA TOVA





DESDE KOLISRAELORG OS DESEAMOS
L'SHANA TOVA UMETOKA GMAR JATIMA TOVA






sábado, 20 de septiembre de 2008

LA MANCHA...ISRAEL ADVIERTE





Por Rafael T.Perez

Cuando desees, desea mucho.
Proverbio árabe.


En estos días de revulsión ante las amenazas proferidas, por ese presidente iraní con nombre de virus, las cuales hacen un llamamiento a la destrucción del pueblo judío y a borrar al estado de Israel del mapa, podemos entender claramente el proverbio citado arriba. Cuando desees, desea mucho, y ciertamente solo alguien que carezca de visión analítica no es capaz de prever los acontecimientos que huyen de lo puramente premonitorio para abrirse camino entre lo estrictamente verificable por lo hechos actuales, cuyas acciones los avalan, y por las palabras, mediante las cuales aquellos se materializan en actos de terror.

Si Europa, por extrema cercanía, no responde con la firmeza que merecen esos llamamientos a la destrucción de Israel, Europa tendrá que hacer frente y no tardando mucho a unas amenazas dirigidas contra ella por la misma causa que se esgrime para reclamar la destrucción del pueblo judío en Israel y la eliminación de este como estado de derecho. De paso a ver si los naturei karta se enteran de una vez que el estado de Israel actual no es un estado mesiánico ni cumple hoy ninguna expectativa profética sino que responde y es el resultado de apelar al derecho de retorno a la misma tierra de la que fue expulsado el pueblo judío en el año 135 E.C.

La sola existencia del Estado de Israel es pues un derecho legítimo, la recuperación de la herencia de la tierra, de una tierra que durante dos mil años nadie reclamó para sí pero todos la poseyeron por turnos y que en todo ese largo periodo de exilio no hubo jamás ni se estableció nunca un pueblo conocido hoy como "palestino".

Pero como dice el proverbio; cuando desees, desea mucho.
¿Imaginan si el pueblo judío no hubiera regresado a Israel en los años precedentes? sin duda hoy Jerusalem no pasaría de ser una cloaca más en una ciudad más de las muchas que ocupan el ancho y árido espacio del desierto donde los reinos del chacal y del coyote tienen su imperio de sangre.

Y si esto hubiera sido así, y merced a los acontecimientos del presente no hay lugar para la duda, ningún musulmán habría reclamado un solo centímetro de la tierra de Israel. Ni siquiera se habrían acordado de Jerusalem y lo que es más probable, la inmensa mayoría ni sabrían donde ubicarla en el mapa.
Pero como decía Cicerón - Veritas odium parit - La verdad engendra el odio, llegó la verdad a la tierra de Israel y con ella surgió el odio entre las arenas de las secas y convulsas dunas de ese océano de polvo y fuego.

Esta es la condición de quienes detestan confrontarse con la verdad, su condición es el odio porque esa verdad les denuncia a la cara. Y es así de tal manera que si Israel fuera un árbol frondoso (y lo es) el único árbol que ofreciera sombra en todo ese desierto polvoriento y muerto, llegarían desde todas las naciones que habitan el oriente medio amparadas a la sombra de la media luna dispuestos a talarlo porque no pueden soportar que haya un solo árbol allí en medio de ellos, pues se apedrea a los árboles que dan fruto, como decía el poeta, ¿quién del árbol seco hace caso?. Cuando Israel era un árbol seco nadie procuro revivirlo y dar vigor a sus raíces para que brotara una nueva savia que transformara sus quebradas ramas en brazos robustos llenos de verdes hojas y codiciables frutos.



Decimos que el saber y la razón hablan pero la ignorancia y el error gritan y es en estos días cuando la ignorancia y el error han gritado hasta la afonía, clamar porque toda una nación sea borrada del mapa, no solo es el clamor de un ignorante sino lo que es peor, de un ignorante peligroso y Europa y todo occidente deberían haber aprendido la lección que le aporta la historia, porque o hacen frente ahora al grito de muerte a los judíos o una vez más tendremos que decir junto a Matt Artson que la ignorancia puede ser curada pero la estupidez es eterna ¿por cuál optas tu, Europa, por ser ignorante o por estúpida?.

La ignorancia de quienes proclaman la destrucción del pueblo judío y de Israel es ya más que evidente, incontrovertible, el error radica en la forma de solución a todos los males del mundo que estos criminales ofrecen, de siglo en siglo... destruir a los judíos, y están convencidos de que con el exterminio total del pueblo judío todos estos problemas desaparecerían para siempre. Sin embargo vuelven a bañarse en las mismas pozas del lodo del error y a exudar la misma ignorancia por todos sus poros.

Cuando la peste asolaba Europa, los europeos creyeron que los culpables habían sido los judíos, ¡estúpidos! pues en lugar de combatir a la peste creyeron que exterminando a las comunidades judías acabarían con la plaga, pero una vez más se equivocaron y solo cuando reconocieron la causa es que hicieron frente a la plaga, y así reconocida es que pudieron combatirla y vencerla. Son cientos y miles los ejemplos que la historia nos proporciona y de todos ellos extraemos la misma conclusión, que la estupidez es eterna.

Israel lo viene advirtiendo, también no son pocas las voces que lo advertimos desde hace tiempo y no somos escuchados, es un principio antiguo que quien daña a Israel es como si se metiera un dedo en el ojo, pues todo lo que le ocurra a Israel, siempre, termina por alcanzar al causante del mal y al que guardo el silencio de los europeos.


Cada vez es más notorio cuáles son las únicas y verdaderas intenciones del mundo islámico, movidos por su odio irracional a los judíos, se han convertido en la plaga del presente siglo, pues si para los musulmanes, Israel es una mancha entre las naciones islámicas, no debemos dudar de que destruido Israel y limpiada esa mancha, las naciones islámicas se dirigirán hacia occidente, hacia Europa y proclamarán que Europa es una mancha en el mundo islámico, porque como dice el proverbio árabe Cuando desees, desea mucho.

Rafael T.Perez
http://www.kolisraelorg.net/

LAS NUEVAS INVERSIONES ÁRABES EN OCCIDENTE





Por George Chaya


El cambio radical que ha supuesto la posibilidad de que Estados Unidos extraiga los 10.400.000.000 barriles de petróleo que posee bajo su subsuelo, mas los 86.000 – 10 veces el petróleo que los americanos consumen en un año -- que el Servicio de Explotación Mineral dice que hay bajo sus costas, ha marcado un antes y un después este verano en los precios del crudo. Siempre que Obama o McCain cumplan su promesa electoral, el verano de 2008 puede haber abierto la puerta a que por primera vez, una democracia occidental estable controle una de las mayores reservas del planeta. Y las consecuencias deberían alegrarnos.

Lo que debería preocuparnos ya es a dónde ha ido el dinero fruto del reciente alza de los precios del crudo este verano, que en palabras de un economista al Wall Street Journal es "la mayor transferencia de riqueza que el mundo ha conocido hasta ahora." Los ingresos de los productores del Golfo se han duplicado de golpe, dando a las naciones de la región centenares de miles de millones de dólares con los que jugar.

¿De cuánto hablamos? Las monarquías árabes o sus sucedáneos (Irán, Libia) son opacas, pero Brad Setser, del Council on Foreign Relations, estima que hablamos de 1,5 trillones de dólares. La pregunta de qué se hace con ese dinero dista por tanto de ser trivial, y a sabiendas de la naturaleza de estos estados, las consecuencias que puede acarrear este dineral para Occidente deberían hacernos temblar.

¿A qué juegan con ese dinero? Además de casos como el Irán con Hezbolá o los saudíes con Al Qaeda, a adquirir bonos a través de intermediarios financieros europeos y a desactivar su mala imagen a través de las relaciones públicas. Arabia Saudí, por ejemplo, prometía 500 millones de dólares para el Programa Mundial de Alimentos. No es tanta generosidad como salta a la vista: dentro de que las promesas de los países árabes siempre llegan con mayor facilidad que las donaciones reales y que muchos miembros de la Liga Árabe tienen aún por honrar sus promesas, el Sunday Times londinense informaba de que el difunto monarca saudí Fahd gastó alrededor de la mitad de ese importe (250 millones de dólares) en "renovar" su Palacio de Mar Mar (Marbella, España). Funcionarios americanos están seguros de que Fahd y su séquito habrían gastado 2.000 millones de dólares, cuatro veces más que sus donaciones al hambre en el mundo.

Los recientes casos simpáticos, como la compra del Manchester City por parte de Abú Dhabi, constituyen solo la cara agradable de este problema. El motivo de que el reciente alza del crudo suponga una amenaza para la seguridad nacional de los países occidentales no es otro que el hecho de que la forma más constante de “generosidad” árabe viene siendo desde los 70 la financiación al jihadismo, a través de una red global de distribución de madrazas, mezquitas, organizaciones humanitarias fachada y activismo anti-israelí (y cada vez más, anti-cristiano). Según una fuente solvente, solamente Arabia Saudí habría gastado ya en esto 75.000.000.000 dólares.

En la actualidad ha surgido además una nueva tendencia, la llamada "jihad residente". En esta variante, uno de los ricos fondos soberanos de inversión árabes, a través de alguna filial europea, se hace con el control de alguna empresa interesante para el avance de sus intereses, medios de comunicación preferentemente. El gobierno alemán plagiaba recientemente la ley norteamericana que impide que firmas extranjeras adquieran paquetes de acciones sustanciales de grupos de comunicación, con el fin de disuadir el inusitado interés que las cadenas alemanas parecen haber despertado a los fondos árabes soberanos. El gobierno austríaco se dispone a hacer lo propio, e Italia está evaluando la posibilidad de que sus leyes de contenidos no sean lo bastante estrictas como para servir de ayuda. La industria del entretenimiento sin embargo está completamente expuesta, en especial el cine.

La financiación saudí de los últimos años a la Meca del cine dio lugar por ejemplo a la película reciente "El Reino". La cinta suscitó todo tipo de críticas por el descarado intento por parte de uno de los países más represores del planeta por venderse como firme colaborador de Estados Unidos tras el 11 de Septiembre y por su ausencia de fidelidad a la realidad; sin ir más lejos, la protagonista se paseaba con un atuendo tal que de haber estado realmente en Ryadh, habría acabado encerrada por la policía religiosa, y con suerte solo eso.

Que los productores árabes de petróleo persiguen agendas propias con dinero occidental no debe sorprender ni escandalizar a nadie. Pero la histórica transferencia reciente a las naciones más cuestionables del mundo debería suscitar preocupación, no sonrisas. Hacer frente a este problema implicará un compromiso general y serio más firme que comparecer ante los medios cada cierto tiempo para declamar los valores universales de diálogo, hermandad y amor universal a Naciones Unidas.


George Chaya es licenciado en Derecho y Ciencias Sociales y analista en geopolítica y Oriente Medio. Asesora a varios gobiernos de América Latina en materia de Oriente Medio, y dirige la oficina de prensa del Consejo Libanés de la Revolución de los Cedros.

Fuente: GEES

sábado, 13 de septiembre de 2008

Aprenda a discutir con su cuñado progre






APRENDA A DISCUTIR CON SU CUÑADO PROGRE

Por Pablo Molina

Nadie elige a su familia, entendida ésta como la línea consanguínea que discurre a través del árbol genealógico de cada cual. La familia política, en cambio, es fruto de una decisión individual: uno escoge a la pareja y la pareja viene con toda la parentela. Así son las cosas, y así hay que aceptarlas.


Hay una ley de la antropología, tan poco estudiada como inexorable, que reza: "No importa lo decente que sea tu cónyuge: siempre tendrás un cuñado o cuñada progre". Así es.
Que levante el pubis quien no se vea obligado periódicamente a compartir mesa y mantel con un pariente político que atesora en su personalidad uno o varios de los rasgos típicos del progresista ibérico.

El cuñado progre habla mucho. De hecho, su mayor afición es monopolizar las conversaciones familiares de sobremesa para ilustrar al resto de comensales, a los que considera unos facinerosos, sobre las virtudes del progresismo en cualquier ámbito. Tiene también cierta tendencia a incluir entre el fárrago de su discurso algunas apreciaciones de carácter personal que sabe irritan particularmente a alguno de los presentes.

Por ejemplo, si el cuñado progresista sabe que eres católico practicante, hará abundantes observaciones sobre los graves crímenes cometidos por la Iglesia Católica a lo largo de su existencia, o sobre la gran hipocresía de los que se declaran católicos y no observan milimétricamente todas y cada una de las enseñanzas del Magisterio, interpretadas, eso sí, a la luz de la estupidez pseudofilosófica del progresismo posconciliar (los progres flipan con el Vaticano II).

Así, el cuñado progre exige que todos los que se declaran católicos entreguen sus bienes a los pobres (mejor a una ONG de izquierdas, que los reparte mejor) y se vayan a orar a una cueva. Todo lo demás constituye, a sus cortas luces, una traición al mensaje de Jesucristo, que parece conocer como si hubiera sido el más fiel escudero del Hijo o dedicado largos años al estudio de los textos sagrados. Quien proclamó un día que la ignorancia es osada tenía, con toda seguridad, un cuñado progre. Por otra parte, a estos torquemadas de todo a cien no les provoca ningún sarpullido moral el hecho de que los grandes líderes progresistas, que dicen luchar por un mundo más justo, al contrario que los católicos farsantes, naden en la abundancia, mientras las víctimas de su saqueo deben financiar su vida de lujo y aguantar sus filípicas con resignación, en este caso sí, exquisitamente cristiana.

Los cuñados progres sienten una especial predilección por la geopolítica, ciencia que parecen dominar como si hubieran estado dirigiendo por largas décadas la escuela diplomática de una gran potencia.
En realidad, sus apreciaciones en este terreno son igual de absurdas que el resto de las que atesora, pero ante personas poco interesadas en la política internacional quedan como grandes expertos en la materia, cuya opinión hay que escuchar devotamente para formarse una idea cabal del funcionamiento del mundo.

Mas el relativismo que impregna el –llamémoslo así– pensamiento progresista se muestra en todo su esplendor cuando el objeto de análisis son los regímenes marxistas. Según nuestro querido cuñado, es cierto que el socialismo ha provocado algunos perjuicios concretos a ciertas capas de la población (esta panda suele despachar así, tan ricamente, el asesinato de cien millones de seres humanos), pero en cambio la gente es más feliz bajo una dictadura socialista que en el odioso sistema capitalista. Gracias a la igualdad, claro. En efecto, bajo el socialismo todo el mundo es igual de miserable y oprimido; salvo los jerarcas del Partido, detalle que nuestro cuñadito suele obviar o dejar correr.

A otra cosa. La religión islámica es, para el cuñado progre, un tesoro de ricas enseñanzas del que los españoles nos vimos privados por culpa de los Reyes Católicos, esa pareja de franquistas, como atestigua su escudo, con el yugo y las flechas.

Las hipótesis cuñadescas sobre las bondades del socialismo y el Islam tienen en cambio una debilidad que usted, apreciado lector, puede explotar la próxima vez que el tema se suscite en la mesa (y se suscitará, no lo dude), planteándole a algo parecido a esto:
Y entonces, querido cuñado, si el socialismo y el Islam son fuente de alegría, riqueza espiritual y bienestar, el hecho de que los cubanos y los musulmanes huyan de sus países y se dirijan a Europa y Estados Unidos jugándose la vida, y en muchos casos perdiéndola, ¿es cosa de las corrientes oceánicas o quizá, sólo quizá, es que están hasta los huevos de socialismo e islamismo?

Lo único que acertará a decir su contrincante, seguramente entre abundantes espumarajos, es que usted es un facha sin remisión. Entonces... "Su Señoría, no hay más preguntas", uno a cero y a disfrutar del gin-tonic, que es de lo que se trata. Le aseguro que ese domingo el cocido le va a sentar mejor que nunca.

Fuente:
Libertad Digital.com

jueves, 4 de septiembre de 2008

EL TONTO EL PUEBLO





EL TONTO DEL PUEBLO

Por Rafael T.Perez
http://www.kolisraelorg.net

El vulgo no discrimina, no hay razón en la masa.
Cicerón


En la oscarizada e inmortal película de William Wyler, Ben-Hur, aparecen dos personajes que reflejan a la perfección a dos estratos de la sociedad, no solo de aquella época en la cual se basa el argumento del film, sino en todas y en cada una de las generaciones siguientes, la ficción no supera a la realidad, pero la expresa con todo lujo de detalles, no cabe duda.

Por un lado tenemos al personaje que interpreta magistralmente, como siempre, Charlton Heston, el judío Yehuda Ben-Hur, y por otro lado aparece otro personaje, igual de magistral Stephen Boyd y en el que interpreta a un Tribuno romano de nombre Mesala, que como todo buen antisemita siempre recurre al tópico de "hey y yo tengo un amigo judío", este Mesala ofrece a lo largo de toda la trama un sin fin de evidencias que demuestran todo lo contrario, de nuevo como todo buen antisemita, pasado, presente y futuro.

En primer lugar pretende comprar al ánimo y la fidelidad de su "amigo" judío que en este caso es Yehuda Ben-Hur, y este inconsciente judío, que había creído en que su amistad con el romano era verdadera, directamente se niega a colaborar en los planes de persecución y exterminio que, el tribuno Mesala, había pergeñado en el Palacio del emperador Tiberio o en los cuarteles de las legiones romanas allá en las proximidades del Tiber.
¿Cuál es la respuesta del "amigo" romano? esta no se hace esperar en la forma y modo habitual, amenazando de consecuencias terribles no solo a su "amigo" sino a toda la familia de su "amigo".

Y no ha de esperar mucho, llega el nuevo gobernador enviado por Roma a la tierra de Yehuda, actualmente Israel para los desmemoriados, y en su paso por la ciudad de Jerusalem va observando, siempre escoltado y defendido por una cohorte a su mando, va observando lo poco que los judíos quieren a los paganos, a los embusteros, a los asesinos y a los que haciendo de su capa un sayo, cometen toda clase actos de terror contra el pueblo judío en aras de su aniquilación o su sometimiento.
Ah pero la fortuna no le acompaña, al atravesar la calle donde vive Yehuda Ben-Hur y su familia, la hermana del protagonista se apoya sobre una teja que por estar suelta se precipita contra el cabezón del reciente llegado gobernador y lo tira del caballo.

Inmediatamente la escolta cierra la calle y todo lo que ocurrió después ya lo conocen, el antisemita Mesala se encargó concienzudamente en amargarle la vida a su "amigo" judío y de paso dar una lección a todo el pueblo de Israel.

Ah eso si, Mesala no contaba con que existe una justicia la cual no depende de designio humano alguno y el mal que le causó a Yehuda Ben-Hur se transformó en bien, en palabras del propio Mesala, "¿por arte de qué magia has logrado todo esto?", Tu fuiste el mago, Mesala -le contestará Ben-Hur- Tu me mandaste a galeras y el D-s de Israel hizo el resto.

El conflicto entre ambos no acabará aquí sino en la arena del circo y en una carrera de cuadrigas, deporte en el que Ben-Hur ha conseguido gran destreza y fama, primero corriendo para el Cónsul al que salvó la vida y quién lo adoptó como hijo, y segundo corriendo para un árabe liante que odiaba más a los romanos de lo que odiaba a los judíos.
Mesala prepara un carro al que se le han añadido unas ruedas muy especiales, bastará un leve contacto con el carro de otro competidor y las sierras de los ejes no solo destrozarán el carro sino que pondrán en grave riesgo la vida del contrincante.

La idea de Mesala es aniquilar a Yehuda Ben-Hur en algún momento de la carrera, pero de nuevo esa justicia que no depende de hombre alguno tomará las riendas, y nunca mejor dicho, Mesala caerá en su propia trampa y su odio lo consumirá. Finalmente y a las puertas de la muerte, llama a su "amigo" y no para pedirle perdón sino para contarle un secreto horrible sobre el estado de su madre y de su hermana, y del que él es el único responsable. Mesala, obviamente muere y el judío Yehuda Ben-Hur no solo ha recuperado su statu sino que lo ha aumentado y su estrecha relación con el Cónsul romano le ha permitido ampliar su horizonte.

Hasta aquí la ficción, hablemos de la realidad, ¿quién no tiene un amigo, un compañero de trabajo, un coincidente de ascensor o un familiar que, sin ser antisemita, siempre esté canturreando las típicas consignas de la izquierda? que si palestina libre, que si la ocupación de palestina, que si el sufrido pueblo palestino, que si los judíos son esto o lo otro, en definitiva el clásico tonto del pueblo que ejerce de altavoz de la propaganda pero nunca, nunca, nunca, ha invertido un minuto de su triste vida para confrontar las noticias o contrastar la información recibida, simplemente repite y repite como si fuera un loro lo que sus amos le han dictado que debía creer y debía difundir.

Así que cuando me encuentro con tipos como estos, y recientemente me he encontrado con otro, directamente escucho pacientemente todo lo que tiene que decir sin interrumpirle, en un par de días se le han agotado las consignas y la propaganda que traía bien aprendidas y es justo cuando empieza mi trabajo de desintoxicación ya que siempre queda al descubierto la ignorancia supina que tienen sobre este asunto. La propaganda y la consigna dejan paso a la realidad de los hechos, que para su desgracia suele ser tozuda.

Estos tontos de pueblo, más tontos cuanto más masa se consideren, se han tragado hasta las trancas toda esa propaganda de la izquierda, especialmente de la izquierda española tan proclive a corear "no a la guerra" cuando el enemigo a batir es el pueblo judío o el norteamericano y que guardan un enorme y ensordecedor silencio cuando las guerras las promueven sus amigos musulmanes o ex-soviéticos, estos tontos de pueblo, generalmente de izquierda, cuando de repente descubren que esos a quienes tanto quieren liberar y que tantas simpatías levantan entre sus filas no son sino una patulea de fascistas de los de antes, aunque en esta ocasión ya no portan los brazaletes rojos con la svastica sino la kufiya palestina, que tan de moda está entre la juventud de izquierdas, entre este trapo y la boina del CHE van super fashion a las manifestaciones (hi)-progresitas.

La experiencia es la madre de la ciencia, cuando descubren a quien están jaleando, animando y por quien están coreando todas esas consignas tan absurdas, irreales como alejadas totalmente de la ideología de izquierda, se les cae el ídolo, y algunos ciertamente se asustan y entienden a la perfección que han estado metiendo la pata y de que forma. O en otras palabras, asumen que se han comportado como el tonto del pueblo y se descubren a sí mismos en renuncia intelectual.

Dos días aguantando sus falacias, sus risas, sus ironías, sus críticas soeces e irracionales contra el pueblo judío e Israel dan paso a un silencio absoluto, se acabaron la "palestina libre", sus contras a la presunta ocupación de palestina, su poco clara defensa del sufrido pueblo palestino sin saber el por qué de su sufrimiento, que si los judíos son esto o lo otro.
Ya que muy pocos se han enterado que Gaza ya no está "ocupada" por esos pérfidos judíos pero ellos siguen manteniendo la propaganda de que tienen que salir de allí, cuando ya hace bastante tiempo que los dejaron solitos y las hordas palestinas la liaron parda, tanto como para que la sociedad palestina amordazada prefiera la "ocupación" a un desgobierno de terroristas islámicos desenfrenados y desaforados.

Es lo que tiene preferir vivir como un idiota útil a la masa que como un auténtico hombre librepensador, ¿la prueba más contundente? que quién se sale de esa masa de idiotas útiles a la consigna y a las directrices del pensamiento único rápidamente es marginado y no paran hasta haberlo expulsado por cometer el delito de pensar por sí mismo y confrontar la información.

Al final un Mesala moribundo, menos dado a pensar y aun menos a arrepentirse, le dice a su "amigo" judío Ben-Hur:
"Todavía hay mucho hombre en este cuerpo para que le puedas odiar"

En nuestro caso odiar a estos tontos de pueblo por dejarse manipular y no ejercer el humano y digno derecho a pensar por sí mismos, no tiene ningún sentido, la estupidez no es una enfermedad, aunque en algunos casos puntuales sea incurable, su silencio es la mejor evidencia de que el antídoto de la verdad histórica irrefutable ha hecho efecto en su cerebro, la batalla por esta verdad no está perdida del todo.


Se busca buena gente para construir un mundo


Rafael T.Perez
04 Septiembre 2008
http://www.kolisraelorg.net/

lunes, 1 de septiembre de 2008

Los infiltrados islamistas en Occidente








LOS INFILTRADOS ISLAMISTAS DE OCCIDENTE

por Daniel Pipes

Original en Inglés: The West's Islamist Infiltrators

Aafia Siddiqui, de 36 años de edad, es una madre paquistaní con tres hijos, licenciada por el MIT y doctorada en neurociencias por la Universidad de Brandeis. También es acusada de trabajar para Al-Qaeda y la semana pasada fue acusada formalmente en Nueva York de asesinar a soldados americanos en grado de tentativa.

Su detención sirve para recordar lo invisiblemente que tiene lugar la mayor parte de la infiltración islamista. En particular, un total de alrededor de 40 simpatizantes o agentes de Al-Qaeda han intentado infiltrarse en agencias norteamericanas de Inteligencia.
Un infiltrado bien situado así puede causar grandes daños, explica un antiguo jefe de contrainteligencia en la CIA, Michael Sulick: "En la guerra contra el terrorismo, la Inteligencia ha reemplazado a los tanques y los cazas de la Guerra Fría como principal armamento contra un enemigo invisible." Los topos islamistas, argumenta, "pueden causar mucho más daño a la seguridad nacional que los espías soviéticos," porque los Estados Unidos y la Unión Soviética nunca llegaron a enfrentarse realmente entre sí, mientras que ahora "nuestra nación está en guerra."

He aquí algunos ejemplos americanos de tentativas de infiltración desde 2001 que han saltado a la luz pública:

Las Fuerzas Aéreas licenciaban con deshonor a Sadeq Naji Ahmed, inmigrante yemení, cuando sus superiores tuvieron noticias de sus comentarios pro-Al-Qaeda. Ahmed se convertía posteriormente en supervisor de equipajes del Aeropuerto Metropolitano de Detroit, lo cual descubrió el pastel de ocultar su licenciatura con deshonor previa en las Fuerzas Aéreas. Fue procesado por realizar falsas alegaciones sobre su carrera militar y condenado a 18 meses de cárcel.

El Departamento de Policía de Chicago despedía a Patricia Eng-Hussain apenas tres días de iniciada su formación al saber que su marido, Mohammad Azam Hussain, estaba detenido por ser un integrante en activo del Movimiento Mohajir Qaumit-Haqiqi (MQM-H), un grupo terrorista paquistaní.

El Departamento de Policía de Chicago también despedía a Arif Sulejmanovski, un supervisor de la comisaría del distrito 25 después de tener noticias de que su nombre aparecía en una lista federal de vigilancia de sospechosos por terrorismo internacional.
Mohammad Alavi, ingeniero de la planta nuclear de Palo Verde, era detenido al desembarcar de un vuelo procedente de Irán, acusado de trasladar a Irán códigos de acceso informático y software que proporcionan detalles de las salas de control de la planta y de la distribución de la planta. Posteriormente se declaraba culpable de sacar del país propiedad robada.

Nada Nadim Prouty, inmigrante libanesa que trabajó tanto para el FBI como la CIA, se declaraba culpable de los cargos de: obtención fraudulenta de la ciudadanía norteamericana; acceso a un sistema informático federal para solicitar ilegalmente información acerca de sus parientes y la organización terrorista Hizbulah; y tomar parte en conspiración para defraudar a los Estados Unidos.

Waheeda Tehseen, inmigrante paquistaní que ocupó un cargo sensible como toxicóloga en la Agencia de Protección Medioambiental, se declaraba culpable de fraude y era deportada. WorldNetDaily.com explica que "los detectives sospechan que el cargo de espionaje es probable, dado que ella firmaba permisos para complejos tóxicos y pesticidas químicos peligrosos para la salud altamente sensibles. Tehseen también era experta en parasitología en lo referente a los sistemas de abastecimiento público."

Weiss Rasool, de 31 años de edad, inmigrante afgano y sargento de la policía del condado de Fairfax, se declaraba culpable de consultar las bases de datos de la policía sin autorización, poniendo así en peligro al menos una investigación federal por terrorismo.
Nadire P. Zenelaj, de 32 años, teleoperadora de urgencias de origen afgano, era acusada de 232 cargos criminales por delito informático por consultar ilegalmente las bases de datos del estado de Nueva York, incluyendo la consulta de una persona al menos en la lista de vigilados por terrorismo del FBI.

Otros tres casos más no están igual de claros. La Administración de Seguridad del Transporte despedía a Bassam Khalaf, un texano de origen palestino cristiano de 21 años de edad supervisor de equipajes, a causa de que la letra de su CD de música, Terror Alert, aplaude los ataques del 11 de Septiembre.
El agente especial del FBI Gamal Abdel-Hafiz "muestra un patrón de comportamiento pro-islamista," según el autor Paul Sperry, que puede haber ayudado a absolver a Sami Al-Arian de los cargos de terrorismo.

El Pentágono absolvía a Hesham Islam, inmigrante egipcio, antiguo mando de la Marina norteamericana y asistente especial del secretario de defensa en funciones, pero siguen estando en el aire cuestiones importantes acerca de su biografía y su forma de ver las cosas.

También otros países occidentales -- Australia, Canadá, Israel, Holanda, el Reino Unido -han sido objeto de iniciativas de infiltración. (Para los detalles, consulte mi weblog, "Islamistas que superan la seguridad occidental.")

Estos antecedentes mueven a uno a preguntarse qué catástrofe tiene que tener lugar para que las agencias del gobierno, algunas de las cuales han prohibido las palabras "islam" o "jihad", planten cara seriamente a su amenaza interna.

Los occidentales estamos en deuda con agentes musulmanes como Fred Ghussin o "Kamil Pasha" que han sido críticos con la lucha contra el terrorismo. Dicho eso, ratifico mi comentario de 2003 en torno a que "No se puede salvar el desafortunado hecho de que los empleados públicos musulmanes de las fuerzas del orden, el ejército y el cuerpo diplomático han de ser seguidos de cerca en busca de conexiones con el terrorismo."

Fuente: Web Daniel Pipes

POLÍTICA Y ABUSOS DEL LENGUAJE






POLÍTICA Y ABUSOS DEL LENGUAJE
Marchando una de Holocaustos
Por Antonio José Chinchetru

En España existe una facilidad pasmosa para comparar cualquier cosa con el Holocausto. Si se creyera a todos los políticos, periodistas, "activistas" y lobbistas que hacen este tipo de comparaciones, el mundo en el que imaginan vivir sería un lugar terrible. Pero no es así. Incluso episodios tan reales como horrendos, contemporáneos o pasados, son comparados con demasiada ligereza con la Shoah.

El Holocausto tiene una serie de características que solamente se dan de forma simultánea en él, lo que hace de este crimen contra la humanidad un hecho singular y produce que toda equiparación con él suponga banalizarlo, unas veces de forma inconsciente y otras no.

Han existido otros genocidios terribles, incluso con un número de víctimas superiores.
Ahí están para vergüenza del ser humano el caso de los siete millones de ucranianos asesinados mediante inanición por Stalin, o las atrocidades de Mao en China, Pol Pot en Camboya, las matanzas de Ruanda y Burundi y el genocidio armenio. Sin embargo todos estos episodios se diferencian de la Shoah.Los nazis pretendían asesinar a la totalidad de los judíos del mundo; en la criminal mente de los nacional-socialistas la aniquilación debía ser el destino final no sólo del habitante de un shtel de Galitzia, sino también del alumno de una yeshivá neoyorkina y del agnóstico conductor de camiones de Tel Aviv.

No existía un conflicto de identidades nacionales o tribales dentro de un Estado (los hebreos germanos se consideraban tan alemanes como sus compatriotas gentiles), como sí lo hubo en casos armenio y de los grandes lagos africanos. Además, los nazis pusieron toda la maquinaria estatal al servicio del exterminio judío, hasta el punto de desviar importantes recursos de los campos de batalla al Holocausto, pues consideraron la "Solución Final" un frente bélico prioritario sobre otros, como el ruso o el occidental.

La conjunción de estas y otras características hacen de la Shoah un caso único en la Historia que no tiene equivalente en otros genocidios. Pero lo terrible es que en España leemos y escuchamos que se le compara con otros hechos que ni tan siquiera entran dentro de esta última categoría. Así, nos encontramos con constantes referencias al "Holocausto" cometido por uno u otro bando en la Guerra Civil, al del aborto, el de los toros o incluso de árboles y animales salvajes. En 2006 un grupo de organizaciones "verdes" denunciaba que había que para un "holocausto urbanístico" en Cantabria que acabaría con la población de varias especies protegidas. Comparar la despreocupación por el futuro del aguilucho pardo con el asesinato industrial de seres humanos tan sólo puede ser clasificado de despropósito.

Pero lo de los ecologistas y colectivos afines no se queda ahí. El año pasado un grupo de "abajofirmantes" de izquierdas presentó en el Congreso, junto a sesenta asociaciones de defensa de los animales, un manifiesto pidiendo la prohibición de las corridas de toros. La escritora Ruth Toledano aseveró en dicho acto que "la única diferencia entre un holocausto humano y uno animal es que nosotros tenemos voz". Podríamos pensar en al menos seis millones de diferencias, que no son otras que los seis millones de judíos a la que esta señora compara alegremente con un toro que es sacado a la plaza para ser lidiado.

Caso de la Guerra Civil se llega a situaciones absurdas. El diario digital El Plural es buen ejemplo de ello.
En él, sus lectores pueden ver cómo se eleva a la categoría de Holocausto la represión franquista en Málaga entre 1937 y 1951.
El medio de Enric Sopena se refiere a una inmensa fosa común a la que denomina "lugar del Holocausto de Málaga".
En otro artículo publicado el mismo día, se habla del anarquista Melchor Rodríguez García, apodado "el ángel rojo", y se le presenta como "el Schindler español" por haber salvado la vida a numerosos falangistas y a otras personas afines al bando franquista en el Madrid de la Guerra Civil.

En aquellos años se multiplicaron en España los fusilamientos tras juicios farsa o sin ellos, los "paseos" y las matanzas, pero nada comparable en un bando u otro a la Shoah. Hubo demasiada brutalidad en estado bruto, pero de otra naturaleza. Este tipo de comparaciones también las hace la extrema derecha.

Así, hay quien llega a denominar "Holocausto anticatólico" al asesinato de religiosos y a las quemas de conventos e iglesias. Como brutalidad es también para muchos (no vamos a entrar aquí en el debate) el aborto. Sin embargo, aunque se considere que el nonato es desde el momento mismo de la concepción un ser humano, comparar la interrupción voluntaria del embarazo con la Shoah está totalmente fuera de lugar.

Si se cree que el feto es desde el principio una persona, se debe denunciar que existen miles de asesinatos, pero nunca un Holocausto. Sin embargo, esto se hace con demasiada asiduidad. E incluso se habla de los "sobrevivientes al holocausto del aborto".

Las diferencias entre la Shoah y el aborto son evidentes. La madre que decide abortar sólo desea acabar con una vida (siempre que se considere como ser humano al feto), no con todos los nonatos de la tierra. Se trataría de una agresión de una persona contra otra, no de una política de Estado destinada al exterminio de un pueblo entero. Habrá quien responderá a esto que la equivalencia con el Holocausto está en la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Pero esto también es una exageración.

La despenalización daría carta de legalidad a estos asesinatos (si se les considera tales), pero nunca se trataría de una política activa de Estado destinada a matar a todos los fetos del mundo.
Todas estas equiparaciones suponen una injusticia con las víctimas del Holocausto y una disminución de la culpa de los perpetradores, puesto que nos hacen creer que no fue tan grave. Se banaliza la Shoah y se minimiza la importancia que tiene en la Historia universal.

Al final, las enseñanzas sobre la existencia del mal que podemos extraer de ese crimen dejan de tener validez.