LA MUERTE POR LA VIDA
Por Rafael T.Perez
http://www.kolisraelorg.net/
Dos cajas, eso es lo que la organización criminal hizbulla ha entregado a Israel, dos cajas con los restos de dos valerosos soldados del Tzahal, dos justos entre los justos y a cambio el gobierno de Israel les ha hecho entrega de cinco vidas, "cinco" vidas de cinco miserables cuyas familias y amigos estarán celebrando por partida doble, una por la recuperación de esas cinco miserables vidas, y la segunda por lo barato que les ha salido, cinco vidas por dos cajas de huesos.
Recientemente se discutía en Israel sobre lo moral o inmoral de destruir las casas de aquellos terroristas palestinos, o no palestinos pero al caso hijos del mismo lobo y de la misma hiena, que cometieran atentados contra Israel, ¿es moral derruir la casa del terrorista y dejar en la calle a su familia? bien pensado esta no es una práctica inventada por gobierno israelí alguno ya que los ingleses, por ejemplo, la venían poniendo en práctica como correctivo para los terroristas del IRA y sus familias, y ha sido de siempre una práctica común en todas las civilizaciones, al enemigo ni agua, en este caso ni agua, ni luz, ni un techo donde cobijarse del rigor del invierno o refugiarse ante la impetuosidad del calor del desierto, simplemente, nada.
Aunque nada, realmente nada, tampoco va a ser puesto que como en "tierra santa" hay muchos primos, alguno les dará cobijo y de paso algo más.
Así que tenemos dos cajas y ellos cinco vidas (o quién sabe si más) a cambio de nada, si, si, no faltará quien encuentre consuelo en el hecho de que Israel da más valor a este detalle de recuperar los restos de los justos a la vida de unos criminales terroristas.
Tipejos indeseables, analfabetos de toda humanidad, totalmente vivos exteriormente y no obstante absolutamente muertos por dentro. Vaya cambio, estos últimos en cuanto tengan la oportunidad vendrán a recordarnos que el cambio les salió gratis.
Por ello plantearse si es o no es moral destruir la casa de los terroristas es un planteamiento inútil, los terroristas destruyen la casa de aquellos a quienes matan, la casa donde reside su alma que es la vida, y la casa donde residen sus familias, pues bien que se derrumba moral y anímicamente frente la tragedia.
Destruir la casa de los terroristas es lo menos que se debe hacer, ¿qué no sirve para nada? de acuerdo ¿y quién quiere que esta acción tenga alguna utilidad? es simplemente una buena manera de fastidiar a aquellos que trajeron al mundo a una bestia, así que destruirles su madriguera es lo menos que se puede hacer.
Y si eso les parece poco, hay muchas más formas de continuar fastidiándoles la existencia, hasta que lleguen a experimentar lo que sienten las familias de las víctimas que tuvieron la fatal suerte de cruzarse en el camino de ese desgraciado.
Cambiar cajas vacías por vidas de asesinos es un mal negocio, para ellos representa la victoria total sobre un pueblo judío que a cambio de nada es capaz de entregarlo todo. Significa haber perdido nuestra última batalla por la supervivencia.
Se busca buena gente para construir un mundo
Rafael T.Perez
16 julio 2008
http://www.kolisraelorg.net
Por Rafael T.Perez
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Dos cajas, eso es lo que la organización criminal hizbulla ha entregado a Israel, dos cajas con los restos de dos valerosos soldados del Tzahal, dos justos entre los justos y a cambio el gobierno de Israel les ha hecho entrega de cinco vidas, "cinco" vidas de cinco miserables cuyas familias y amigos estarán celebrando por partida doble, una por la recuperación de esas cinco miserables vidas, y la segunda por lo barato que les ha salido, cinco vidas por dos cajas de huesos.
Recientemente se discutía en Israel sobre lo moral o inmoral de destruir las casas de aquellos terroristas palestinos, o no palestinos pero al caso hijos del mismo lobo y de la misma hiena, que cometieran atentados contra Israel, ¿es moral derruir la casa del terrorista y dejar en la calle a su familia? bien pensado esta no es una práctica inventada por gobierno israelí alguno ya que los ingleses, por ejemplo, la venían poniendo en práctica como correctivo para los terroristas del IRA y sus familias, y ha sido de siempre una práctica común en todas las civilizaciones, al enemigo ni agua, en este caso ni agua, ni luz, ni un techo donde cobijarse del rigor del invierno o refugiarse ante la impetuosidad del calor del desierto, simplemente, nada.
Aunque nada, realmente nada, tampoco va a ser puesto que como en "tierra santa" hay muchos primos, alguno les dará cobijo y de paso algo más.
Así que tenemos dos cajas y ellos cinco vidas (o quién sabe si más) a cambio de nada, si, si, no faltará quien encuentre consuelo en el hecho de que Israel da más valor a este detalle de recuperar los restos de los justos a la vida de unos criminales terroristas.
Tipejos indeseables, analfabetos de toda humanidad, totalmente vivos exteriormente y no obstante absolutamente muertos por dentro. Vaya cambio, estos últimos en cuanto tengan la oportunidad vendrán a recordarnos que el cambio les salió gratis.
Por ello plantearse si es o no es moral destruir la casa de los terroristas es un planteamiento inútil, los terroristas destruyen la casa de aquellos a quienes matan, la casa donde reside su alma que es la vida, y la casa donde residen sus familias, pues bien que se derrumba moral y anímicamente frente la tragedia.
Destruir la casa de los terroristas es lo menos que se debe hacer, ¿qué no sirve para nada? de acuerdo ¿y quién quiere que esta acción tenga alguna utilidad? es simplemente una buena manera de fastidiar a aquellos que trajeron al mundo a una bestia, así que destruirles su madriguera es lo menos que se puede hacer.
Y si eso les parece poco, hay muchas más formas de continuar fastidiándoles la existencia, hasta que lleguen a experimentar lo que sienten las familias de las víctimas que tuvieron la fatal suerte de cruzarse en el camino de ese desgraciado.
Cambiar cajas vacías por vidas de asesinos es un mal negocio, para ellos representa la victoria total sobre un pueblo judío que a cambio de nada es capaz de entregarlo todo. Significa haber perdido nuestra última batalla por la supervivencia.
Se busca buena gente para construir un mundo
Rafael T.Perez
16 julio 2008
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