sábado, 20 de septiembre de 2008

LA MANCHA...ISRAEL ADVIERTE





Por Rafael T.Perez

Cuando desees, desea mucho.
Proverbio árabe.


En estos días de revulsión ante las amenazas proferidas, por ese presidente iraní con nombre de virus, las cuales hacen un llamamiento a la destrucción del pueblo judío y a borrar al estado de Israel del mapa, podemos entender claramente el proverbio citado arriba. Cuando desees, desea mucho, y ciertamente solo alguien que carezca de visión analítica no es capaz de prever los acontecimientos que huyen de lo puramente premonitorio para abrirse camino entre lo estrictamente verificable por lo hechos actuales, cuyas acciones los avalan, y por las palabras, mediante las cuales aquellos se materializan en actos de terror.

Si Europa, por extrema cercanía, no responde con la firmeza que merecen esos llamamientos a la destrucción de Israel, Europa tendrá que hacer frente y no tardando mucho a unas amenazas dirigidas contra ella por la misma causa que se esgrime para reclamar la destrucción del pueblo judío en Israel y la eliminación de este como estado de derecho. De paso a ver si los naturei karta se enteran de una vez que el estado de Israel actual no es un estado mesiánico ni cumple hoy ninguna expectativa profética sino que responde y es el resultado de apelar al derecho de retorno a la misma tierra de la que fue expulsado el pueblo judío en el año 135 E.C.

La sola existencia del Estado de Israel es pues un derecho legítimo, la recuperación de la herencia de la tierra, de una tierra que durante dos mil años nadie reclamó para sí pero todos la poseyeron por turnos y que en todo ese largo periodo de exilio no hubo jamás ni se estableció nunca un pueblo conocido hoy como "palestino".

Pero como dice el proverbio; cuando desees, desea mucho.
¿Imaginan si el pueblo judío no hubiera regresado a Israel en los años precedentes? sin duda hoy Jerusalem no pasaría de ser una cloaca más en una ciudad más de las muchas que ocupan el ancho y árido espacio del desierto donde los reinos del chacal y del coyote tienen su imperio de sangre.

Y si esto hubiera sido así, y merced a los acontecimientos del presente no hay lugar para la duda, ningún musulmán habría reclamado un solo centímetro de la tierra de Israel. Ni siquiera se habrían acordado de Jerusalem y lo que es más probable, la inmensa mayoría ni sabrían donde ubicarla en el mapa.
Pero como decía Cicerón - Veritas odium parit - La verdad engendra el odio, llegó la verdad a la tierra de Israel y con ella surgió el odio entre las arenas de las secas y convulsas dunas de ese océano de polvo y fuego.

Esta es la condición de quienes detestan confrontarse con la verdad, su condición es el odio porque esa verdad les denuncia a la cara. Y es así de tal manera que si Israel fuera un árbol frondoso (y lo es) el único árbol que ofreciera sombra en todo ese desierto polvoriento y muerto, llegarían desde todas las naciones que habitan el oriente medio amparadas a la sombra de la media luna dispuestos a talarlo porque no pueden soportar que haya un solo árbol allí en medio de ellos, pues se apedrea a los árboles que dan fruto, como decía el poeta, ¿quién del árbol seco hace caso?. Cuando Israel era un árbol seco nadie procuro revivirlo y dar vigor a sus raíces para que brotara una nueva savia que transformara sus quebradas ramas en brazos robustos llenos de verdes hojas y codiciables frutos.



Decimos que el saber y la razón hablan pero la ignorancia y el error gritan y es en estos días cuando la ignorancia y el error han gritado hasta la afonía, clamar porque toda una nación sea borrada del mapa, no solo es el clamor de un ignorante sino lo que es peor, de un ignorante peligroso y Europa y todo occidente deberían haber aprendido la lección que le aporta la historia, porque o hacen frente ahora al grito de muerte a los judíos o una vez más tendremos que decir junto a Matt Artson que la ignorancia puede ser curada pero la estupidez es eterna ¿por cuál optas tu, Europa, por ser ignorante o por estúpida?.

La ignorancia de quienes proclaman la destrucción del pueblo judío y de Israel es ya más que evidente, incontrovertible, el error radica en la forma de solución a todos los males del mundo que estos criminales ofrecen, de siglo en siglo... destruir a los judíos, y están convencidos de que con el exterminio total del pueblo judío todos estos problemas desaparecerían para siempre. Sin embargo vuelven a bañarse en las mismas pozas del lodo del error y a exudar la misma ignorancia por todos sus poros.

Cuando la peste asolaba Europa, los europeos creyeron que los culpables habían sido los judíos, ¡estúpidos! pues en lugar de combatir a la peste creyeron que exterminando a las comunidades judías acabarían con la plaga, pero una vez más se equivocaron y solo cuando reconocieron la causa es que hicieron frente a la plaga, y así reconocida es que pudieron combatirla y vencerla. Son cientos y miles los ejemplos que la historia nos proporciona y de todos ellos extraemos la misma conclusión, que la estupidez es eterna.

Israel lo viene advirtiendo, también no son pocas las voces que lo advertimos desde hace tiempo y no somos escuchados, es un principio antiguo que quien daña a Israel es como si se metiera un dedo en el ojo, pues todo lo que le ocurra a Israel, siempre, termina por alcanzar al causante del mal y al que guardo el silencio de los europeos.


Cada vez es más notorio cuáles son las únicas y verdaderas intenciones del mundo islámico, movidos por su odio irracional a los judíos, se han convertido en la plaga del presente siglo, pues si para los musulmanes, Israel es una mancha entre las naciones islámicas, no debemos dudar de que destruido Israel y limpiada esa mancha, las naciones islámicas se dirigirán hacia occidente, hacia Europa y proclamarán que Europa es una mancha en el mundo islámico, porque como dice el proverbio árabe Cuando desees, desea mucho.

Rafael T.Perez
http://www.kolisraelorg.net/

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